Este catálogo de razas sintetiza las 7 especies elegibles en el universo de Mediam. Se presentan los rasgos generales para poner una ambientación a las razas y que puedan tener más datos para poder elegir correctamente la que deseen. Sin embargo, como no son todos iguales, no pretendemos que sigan al pie de la letra las descripciones por lo que está completamente permitido modificar algunos datos, sin irse demasiado de la temática del foro.
Los humanos son la especie más nueva de Mediam así como la más común de todas. Desde que llegaron cruzando las montañas, consiguieron forjar una sociedad vasta y sumamente dominante. Sin embargo su poder radica en su inteligencia y diversidad, así como en la política ya que no tienen la capacidad de manejar la magia. Sus vida son efímeras y no superan los 100 años.
Longevidad: Alta (hasta 5500 años)
Lenguas:
-Élfico Sagrado/Antiguo (únicamente elfos de clase alta/antiguos, mentalistas muy poderosos)
-Élfico Común (todos los elfos, estudiosos humanos, humanos criados por elfos, mentalistas, genios sabios, ninfas atalayas)
-Lenguaje Antiguo (elfos, ninfas, genios)
-Humano (todas las razas)
Criaturas únicas y unas de las más antiguas. Junto con los genios y ninfas, fueron los primeros seres en poblar el mundo y subsisten en la era moderna, mas en un número reducido de lo que antaño fueron. Son seres altos y extremadamente bellos, de tez clara y hermosos ojos, que no dejan de llamar la atención y quizá la envidia de la mayoría de las razas. Sin embargo, el rasgo de ellos son las orejas puntiagudas, que los distingue de todos los demás. Sus cuerpos, aunque en apariencia débiles o frágiles, son perfectos para la velocidad y la agilidad. Con movimientos precisos y gráciles, pueden tanto escaparse como aparecer de la nada y ser difíciles de divisar. Por otro lado, las danzas élficas son famosas por su rapidez y dificultad, al punto de que muy pocos seres de otras especies hayan podido imitarlas. Sus puntos fuertes son su maniobrabilidad, vista y oído, pero carecen de mucha fuerza o resistencia.
Como personas, si algo es seguro es que son reservados, incluso cerrados ante otras razas. Tienen un fuerte sentido de autoconservación y toman muy a pecho sus costumbres y leyes, lo que los hace justos y rectos. Claro, siempre puede haber excepciones, pero generalmente son vistos de una forma extraña por sus congéneres. No es que se los discrimine o se los separe de la sociedad, ya que siguen siendo elfos, pero no tienen el mismo trato que los demás. Sin embargo, más allá de esa “bondad” que pueden aparentar, los más antiguos tienen resentimiento hacia las otras razas que poblaron “su planeta”, siendo orgullosos y arrogantes.
Se caracterizan por poseer una magia pura y lumínica, sacando su poder de la luna, su deidad máxima, aunque tal hecho no les impide hacer galas de sus técnicas en la luz del día. Cuando el sol cae, dependiendo de las fases lunares, son capaces de realizar grandes hechizos o apenas usar poderes básicos, siendo su esplendor en la luna llena y decreciendo cuando ésta va mostrando menos su redondeado cuerpo en el cielo nocturno.
Debido a que su historia está cautelosamente guardada dentro de las bóvedas más profundas de su estirpe, no se sabe mucho cómo fueron creados. Algunos expertos, basándose en leyendas y rumores, indican que la diosa Luna en los Tiempos Inmemorables bañó con su luz sagrada las planicies de donde hoy se encuentra Thur’d Valley (nombre provisorio para la ciudad de los elfos) y que gracias a una gota de luz lunar que descendió de los cielos, nacieron los elfos. Por esa razón los llaman los hijos de la Luna y sólo le brindan honres y culto a ella.
Su relación con las otras especies es bastante diversa:
Sus hermanos malignos, los drows, son sus enemigos mortales, con los cuales llevan una lucha eterna, hasta que alguno de los dos se extinga.
Los enanos, aunque están lejos de los elfos oscuros, son la segunda raza con la que los elfos tienen problemas. Debido a su gran contraste y a una guerra llevada a cabo hace ya mucho tiempo, su relación está muy tensionada, teniendo pocos tratos entre ellos y siempre viéndose con mala cara y desprecio.
Con los mentalistas realmente no hubo mucho contacto, pero prefieren tener una relación alejada y evitar cualquier problema. A pesar de que saben que son un grupo reducido, están concientes de sus capacidades y su posible inclinación hacia el mal, y su trato amistoso con los drows.
Los humanos son los que se encontrarían en un término medio, ya que al ser la raza “dominante” en median y no representar amenaza alguna por el momento, su relación no es mala, pero tampoco se los consideran amigos del alma. Los elfos caminan abiertamente y sin problemas por la ciudades humanas e incluso poseen cargos públicos y a los humanos se le está permitido entrar a Thur’d Valley (aunque son muy detallistas con los lugares a los que se les deja entrar). Se ha visto alianzas entre las dos razas pero siempre son muy precavidos a la hora de revelar información.
En cuanto a los genios, hay muchas discrepancias y diferentes puntos de vista. Aunque es verdad que fueron uno de los primeros seres en poblar el mundo, junto con ellos y las ninfas, para muchos su forma de vida nómade y solitaria les es chocante y genera rechazo. Sin embargo, otros prefieren tener un trato amistoso. Lo cierto es que en su sociedad no hay ninguna norma que regule cómo hay que tratarlos, mas, claro, nunca se verán los extremos, despreciándolos como a los drows o tratándolos igual que un hermano elfo.
Las ninfas son las más apreciadas por los elfos ya que tienen muchas cosas en común y desde los inicios se han llevado bien. Es muy poco común encontrar enemistad entre ellos y en tal caso es mal visto por ambas razas y se han visto muchos casos de casamientos entre elfos y ninfas.
Jerarquía:
A pesar de su gran sentimiento de pertenencia y nunca tratar mal a un hermano que no se lo merezca, la sociedad élfica está dividida en una jerarquía que casi todos respetan y cumplen, conociendo su lugar en ella. Pero, ese hecho no crea injusticia y mucha diferenciación y sólo es una forma de organizar y administrar a su población. Los más numerosos son los elfos comunes, seres que tienen un nivel de magia promedio y que se dedican mayormente a hacer sus vidas como más les guste y a servir a su comunidad teniendo empleos normales. Sin embargo, algunos pueden escoger (a veces nacen con ese don innato), pertenecer a tres castas especiales, luego de cumplir con una estricta prueba de integración. Se encuentran los elfos guerreros, destinados a perfeccionarse en el arte de la lucha y la batalla, siendo el cuerpo principal de la infantería élfica. Los elfos sabios, quienes poseen una gran inteligencia y dedican su vida al estudio de las artes y ciencias, además de las magias. Por último, los elfos gobernantes son aquellos con una gran capacidad para liderar, ya que muy pocos la tienen. Son los que se encargan de dirigir a su raza y de tomar las tareas importantes. Generalmente estos puestos los tienen los ejemplares más longevos.
Lenguas:
-Élfico Sagrado/Antiguo (únicamente elfos de clase alta/antiguos, mentalistas muy poderosos)
-Élfico Común (todos los elfos, estudiosos humanos, humanos criados por elfos, mentalistas, genios sabios, ninfas atalayas)
-Lenguaje Antiguo (elfos, ninfas, genios)
-Humano (todas las razas)
Criaturas únicas y unas de las más antiguas. Junto con los genios y ninfas, fueron los primeros seres en poblar el mundo y subsisten en la era moderna, mas en un número reducido de lo que antaño fueron. Son seres altos y extremadamente bellos, de tez clara y hermosos ojos, que no dejan de llamar la atención y quizá la envidia de la mayoría de las razas. Sin embargo, el rasgo de ellos son las orejas puntiagudas, que los distingue de todos los demás. Sus cuerpos, aunque en apariencia débiles o frágiles, son perfectos para la velocidad y la agilidad. Con movimientos precisos y gráciles, pueden tanto escaparse como aparecer de la nada y ser difíciles de divisar. Por otro lado, las danzas élficas son famosas por su rapidez y dificultad, al punto de que muy pocos seres de otras especies hayan podido imitarlas. Sus puntos fuertes son su maniobrabilidad, vista y oído, pero carecen de mucha fuerza o resistencia.
Como personas, si algo es seguro es que son reservados, incluso cerrados ante otras razas. Tienen un fuerte sentido de autoconservación y toman muy a pecho sus costumbres y leyes, lo que los hace justos y rectos. Claro, siempre puede haber excepciones, pero generalmente son vistos de una forma extraña por sus congéneres. No es que se los discrimine o se los separe de la sociedad, ya que siguen siendo elfos, pero no tienen el mismo trato que los demás. Sin embargo, más allá de esa “bondad” que pueden aparentar, los más antiguos tienen resentimiento hacia las otras razas que poblaron “su planeta”, siendo orgullosos y arrogantes.
Se caracterizan por poseer una magia pura y lumínica, sacando su poder de la luna, su deidad máxima, aunque tal hecho no les impide hacer galas de sus técnicas en la luz del día. Cuando el sol cae, dependiendo de las fases lunares, son capaces de realizar grandes hechizos o apenas usar poderes básicos, siendo su esplendor en la luna llena y decreciendo cuando ésta va mostrando menos su redondeado cuerpo en el cielo nocturno.
Debido a que su historia está cautelosamente guardada dentro de las bóvedas más profundas de su estirpe, no se sabe mucho cómo fueron creados. Algunos expertos, basándose en leyendas y rumores, indican que la diosa Luna en los Tiempos Inmemorables bañó con su luz sagrada las planicies de donde hoy se encuentra Thur’d Valley (nombre provisorio para la ciudad de los elfos) y que gracias a una gota de luz lunar que descendió de los cielos, nacieron los elfos. Por esa razón los llaman los hijos de la Luna y sólo le brindan honres y culto a ella.
Su relación con las otras especies es bastante diversa:
Sus hermanos malignos, los drows, son sus enemigos mortales, con los cuales llevan una lucha eterna, hasta que alguno de los dos se extinga.
Los enanos, aunque están lejos de los elfos oscuros, son la segunda raza con la que los elfos tienen problemas. Debido a su gran contraste y a una guerra llevada a cabo hace ya mucho tiempo, su relación está muy tensionada, teniendo pocos tratos entre ellos y siempre viéndose con mala cara y desprecio.
Con los mentalistas realmente no hubo mucho contacto, pero prefieren tener una relación alejada y evitar cualquier problema. A pesar de que saben que son un grupo reducido, están concientes de sus capacidades y su posible inclinación hacia el mal, y su trato amistoso con los drows.
Los humanos son los que se encontrarían en un término medio, ya que al ser la raza “dominante” en median y no representar amenaza alguna por el momento, su relación no es mala, pero tampoco se los consideran amigos del alma. Los elfos caminan abiertamente y sin problemas por la ciudades humanas e incluso poseen cargos públicos y a los humanos se le está permitido entrar a Thur’d Valley (aunque son muy detallistas con los lugares a los que se les deja entrar). Se ha visto alianzas entre las dos razas pero siempre son muy precavidos a la hora de revelar información.
En cuanto a los genios, hay muchas discrepancias y diferentes puntos de vista. Aunque es verdad que fueron uno de los primeros seres en poblar el mundo, junto con ellos y las ninfas, para muchos su forma de vida nómade y solitaria les es chocante y genera rechazo. Sin embargo, otros prefieren tener un trato amistoso. Lo cierto es que en su sociedad no hay ninguna norma que regule cómo hay que tratarlos, mas, claro, nunca se verán los extremos, despreciándolos como a los drows o tratándolos igual que un hermano elfo.
Las ninfas son las más apreciadas por los elfos ya que tienen muchas cosas en común y desde los inicios se han llevado bien. Es muy poco común encontrar enemistad entre ellos y en tal caso es mal visto por ambas razas y se han visto muchos casos de casamientos entre elfos y ninfas.
Jerarquía:
A pesar de su gran sentimiento de pertenencia y nunca tratar mal a un hermano que no se lo merezca, la sociedad élfica está dividida en una jerarquía que casi todos respetan y cumplen, conociendo su lugar en ella. Pero, ese hecho no crea injusticia y mucha diferenciación y sólo es una forma de organizar y administrar a su población. Los más numerosos son los elfos comunes, seres que tienen un nivel de magia promedio y que se dedican mayormente a hacer sus vidas como más les guste y a servir a su comunidad teniendo empleos normales. Sin embargo, algunos pueden escoger (a veces nacen con ese don innato), pertenecer a tres castas especiales, luego de cumplir con una estricta prueba de integración. Se encuentran los elfos guerreros, destinados a perfeccionarse en el arte de la lucha y la batalla, siendo el cuerpo principal de la infantería élfica. Los elfos sabios, quienes poseen una gran inteligencia y dedican su vida al estudio de las artes y ciencias, además de las magias. Por último, los elfos gobernantes son aquellos con una gran capacidad para liderar, ya que muy pocos la tienen. Son los que se encargan de dirigir a su raza y de tomar las tareas importantes. Generalmente estos puestos los tienen los ejemplares más longevos.
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