Historia de Mediam

En los comienzos del mundo tal cual lo conocemos, solo se conocían dos especies: los humanos, organizados en pequeños pueblos, y los salvajes, nómades y con pocas tecnologías. Estas razas se encontraban en constante guerra, hasta que un descuido de los humanos, sumado a su inferioridad en número, hizo que la perdieran. Al ser derrotados en la guerra, la raza humana se vio obligada a abandonar las tierras que antes ocupaba y huir hacia al sur, cruzando la Cordillera Bitteroot y llegando a un pobre pantano que bautizaron Mediam. Cuando llegaron a allí se encontraron con una gran cantidad de extrañas criaturas que tuvieron que conocer y procurar amaestrar. El tiempo pasó lento para los humanos, que tuvieron que comenzar una sociedad nueva desde cero, luego de la primera gran guerra contra los pueblos exteriores. Y no fue sencillo, descubrieron que las criaturas eran muy organizadas y, de hecho, muchas tenían complejos dialectos. Con el pasar de los siglos, las razas comenzaron a entenderse mejor y una nueva era comenzó, ya no eran todos completos desconocidos: Mediam había renacido en un momento de paz y armonía entre las especies.

Pero la guerra comenzó poco después y los humanos quedaron divididos en cinco reinos. Salom es el reino de la maldad pura, su rey, Krom, expande el caos por los cuatro rincones del mundo, persuadido por su esposa, Carolingia, que mueve los hilos de su terrorífico imperio. Melville, el reino de la justicia, sus calles rebalsan de bondad y las personas responden a la voluntad del apuesto y soltero rey Hohl. Munch, el reino de la agricultura y de las artesanías, donde la paz y la tranquilidad aun gobiernan y el caos no ha llegado. Saidor, el reino satélite de Salom, responde a todas sus necesidades ya que fueron controlados por el padre de Carolingia ni bien terminada la primera guerra. Por último se encuentra Arricove, el reino neutral. En este reino, que no se encuentra del lado de ninguno de los dos reinos más poderosos, no hay mucha jerarquía y un parlamento gobierna a la enorme población. De esta forma, Mediam quedó conformada tal cual se encuentra en este preciso momento.

Los reinos nunca funcionaron en armonía, pero hubo un hecho que desató la guerra. Carolingia, la reina de Salom, siempre quiso poseer más de lo que tenía y necesitaba, pero al mismo tiempo nunca dejó de conseguirlo. Ella estaba cansada de su inocente y longevo marido, por lo que decidió apuntar hacia un rey joven, apuesto y soltero, Hohl. Sin embargo, este, al conocer los deseos de la reina, se vio abrumado y la rechazó rápidamente, sin poder ocultar que, en lugar de miedo u horror, le causaba risa. Carolingia regresó con las manos vacías, pero comenzó a tramar una cruel venganza hacia el “reino de la justicia”. La guerra no tardó en estallar nuevamente. Los ejércitos se prepararon para batallar en los campos azules…

En Mediam, todo comienza con una guerra…